No molesta, en el fondo, la aventura a la dama, bien trajeada, que enseguida trueca su susto en regocijo cuando advierte que los duendes visitantes vienen sólo a cometer pillerías y necesitan su concurso.
¡Pobre Paquilla, que yendo a buscar lacayo se encuentra con el duende; pero no hay que temer, se conoce que Martinico está de buen humor y no le hará mal. [El Prado]
A las mugeres feas de distinción se las entran los frailes por las ventanas a pares; ellas hacen como si se asustan; pero no tienen otra cosa y les reciben con los brazos abiertos. [Biblioteca Nacional]
-Aguafuerte y aguatinta bruñida-
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