El enfermo, exangüe, está en manos de un mal médico, no por bien trajeado más competente: no hace falta discurrir para saber que la incompetencia va a ser la causa de su muerte.
El médico es excelente, meditabundo, reflexivo, pausado, serio. ¿Qué más pedir? [El Prado]
No hay que preguntar de qué mal ha muerto el enfermo que hace caso de médicos bestias e ignorantes. [Biblioteca Nacional]
-Aguafuerte, aguatinta bruñida, punta seca y buril-
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