No hay por qué ver en la escena alusión a Godoy ni a nadie en particular. Los lascivos pajarracos, poderosos, adinerados, astutos, acabarán siendo dueños del juvenil atractivo de la damita. ¿Qué ha de hacer ésta, sin fortuna ni poder?
Nunca se escapa la que se quiere dejar coger. [El Prado]
En vano huye una hermosa bailarina de los muchos pajarracos que la persiguen: el más atrevido, o el más cazurro elevado en hombros de otros, caerá sobre ella más tarde o temprano. [Biblioteca Nacional]
-Aguafuerte y aguatinta bruñida-
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