El encumbrado de hoy, ayudado por un ser democrático, fulmina a quienes quieren ponerse a su altura. Pero lo mismo que ahora sube, bajará. Como les sucedió a los que ahora caen. Es el sino del poder.
La fortuna trata muy mal a quien la obsequia. Paga con humo la fatiga de subir, y al que ha subido le castiga con precipitarle. [El Prado]
El Príncipe de la Paz levantado por la luxuria, y con la cabeza llena de humo, vibra rayos contra los buenos ministros. Caen estos y rueda la bola; que es la historia de los favoritos. [Biblioteca Nacional]
-Aguafuerte y aguatinta bruñida-
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