Se fue de casa, hizo dinero fácil con su cuerpo y despachó a la mendiga que le pidió un auxilio con una moneda y la frase de rigor: un simple deseo que nada vale. Sin advertir que era su madre.
Una hija viciosa que se echa a puta no conoce ni aún a su madre que anda tal vez pidiendo limosna. [El Prado]
Perdone por Dios y era su madre. [Biblioteca Nacional]
-Aguafuerte, aguatinta y punta seca-
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